...pa ta ta!

El día que me haga con una buena cámara, o al menos una cámara de verdad, quizá pueda captar con nitidez los gestos de estos u otros animales aparentemente pequeños, para saber si están posando en realidad.

flow...

El agua baja lenta, la calma es absoluta, el reflejo oscuro y cristalino, ahora todo es sombra, cuando llueva, cuando nieve, cuando sople el viento, cuando arrastre el tiempo nada será igual, ni la angustia ni el dolor, también eso se transforma.

Y pensé que era imposible flotar pero aquí aprendí a nadar y aquí sigo flotando, fluyendo.

confiando

Yong

Hoy ha sido mi santo, que no mi cumpleaños, me pusieron el mismo nombre de mi padre que hoy cumpliría noventa y nueve, lo terminé adaptando a mi personalidad a fuerza de ir creciendo, no sería quién soy si me llamara José Luis, quizá.

Tan solo me quedan seis meses para entrar en los sesenta y sigo teniendo las mismas sensaciones de un crío, me sigo defendiendo malamente, me pierde la debilidad, soy altamente vulnerable, no resuelvo al momento y dejo que las cosas se dilaten en el tiempo, me desgasto, sufro y también disfruto con demasiada intensidad, es otra forma más de vida para el equilibrio del planeta.
Lo que no sé bien es, si soy ying o si soy yang.

Otoño

Tengo fruta madura sin haber regado, mientras miraba para otro lado las uvas engordaban aparentemente por sí solas, unos cuantos racimos cuelgan ahora de la valla que me separa de cualquier parte y si lo pienso me apago, por no haberlas cuidado, aunque el amor estaba latente mientras veía ese enrejado tan verde y no sé si por estar encima, ahora en lugar de uvas tendría algún que otro melón.

Entró el otoño, lucho contra la depresión, me la da muchas veces el ambiente, sobre todo las tardes en las que parece estar el sol más alejado y ya mañana, por ser otoño y rimar, visitaré un madroño, cercano, por si dio algún fruto también, mientras lo atrapen mis manos quizá piense otras cosas que no duelan o no hagan daño, como cualquier mal rollo o que acabe el año, o si dejé algo sin regar, algo sin decir o algo sin llorar.

¿Surfear?

Una marea gigante recorre desde un lado del mundo, la cabeza, hasta el otro, los pies, pretendiendo arrasar con los brotes del camino, sin saber por qué la debilidad es casi absoluta ante tanto poderío, pero la lucha es constante, surfear con el oleaje aún echando algunas gotas más a la inmensidad de este mar.

CERDOS II

siempre intentando

Vivir es fácil si se nace,
lo difícil es disfrutar la vida si no se hace.

Martes y trece...ni te cases ni te embarques

Hoy es trece y martes, bajan las temperaturas, el cielo se nubla y la luz de las bombillas no alumbra igual, lo noté en la del baño, en la de la cocina, en las del salón drásticamente, el otoño es inminente y además la tontería de ser martes y de ser trece.

Este baúl

Tengo aquí una nota escrita a mano, cada vez más alejado de hacerlo así, de principio del verano, ahora ya es el fin...

"Los últimos atardeceres me ofrecen un panorama acojonante de la linea del horizonte. Tormentas descargando con mala hostia, rayos demoledores y truenos que aún no se oyen. Un gris oscuro y plateado se mezcla con un verde profundo y apagado delante de mis narices y no me atrevo ni a pensar. En poco más de una hora, quizá, caerá sobre mí un torrente al que no me acostumbro y agradeceré que cualquier rayo no me parta.
En cualquier caso, ella vendrá cuando quiera y nunca estaré preparado. Ya voy escuchando veinte segundos después los rugidos desgarradores del último fogonazo. Se está acercando.
Estoy más que avisado, pero algo me imanta y no soy capaz de desaparecer."

Esta parrafada no es lo importante, de hecho es la verdad, tronaba y coincidía perfectamente con una realidad animal. Todo se queda en este baúl virtual, ya da igual perder los papeles con sus correspondientes borrajatos, mejor no pensar donde guardarlos, mejor dejarlos por aquí, leer de cualquier forma, este u otros miles, según sea quién lea así será supuestamente lo que se escribe, dependiendo de la duda propia así se juzga al que lo ha escrito, lo que era un desahogo se convierte en un nuevo juicio por la inseguridad e ignorancia del lector interesado. 
Puedo solamente pensar, pero también necesito escribir, lo que ya no puedo es tener que volver a explicar a quién no entiende.