31 marzo 2020

el elixir de la pasión

En un ambiente de ninguna alegría a medio día me he currado unas judías, aunque cada una sea un judión, con un montón de ingredientes, pimiento, zanahoria, chorizo picante, ajo, laurel, cebolla, sal, perejil, jengibre, vino fino Moriles, del mismo Montilla, de una botella perdida que tendrá una veintena de años desde la tienda hasta esta mansión, más otros cinco que llevo en ella, viéndola arrinconada, sucia, marginada, así por lo que esconda en su interior.

En esta mansión, en la que que sólo me queda leña pequeña para mitigar la humedad de estos momentos tan lluviosos y grises, lluviosos, líquidos tremendos para mezclarlo todo, ahora necesito calor.

En esta mansión que tanto confunde, inmensa para las hormigas y otros insectos como yo, pues no es más que un trozo de tierra alejada del pueblo, la que da un montón de problemas y donde otros líquidos han corrido mezclando de todo, a veces muchísimo amor.

En esta mansión, en la que me río o en la que me da la risa que no es igual, en la que sé la verdad por mí mismo aunque después encuentre confirmación, utilizo lo que acontece, únicamente este elixir de la pasión, la pura, la auténtica lágrima, el lagrimón.

05 marzo 2020

...sobreviviendo