31 agosto 2020

...en La mar


 

28 agosto 2020

con el Dios de los mares

     ...y acabo de recoger, no podía dejarlo para mañana, será mi ser, me he enterado que aun viniendo de Marte me rige Neptuno, jaja Neptuno!, I don't believe in the water!, jaja, es él el que me está volviendo loco. Me lo han confirmado, yo no entiendo de estas cosas.

Un concierto entrañable, mucho éxito, los deseos funcionan, un sonido perfecto y una puesta en escena de las mías. Divertido al menos, quise quitarme la espinita de un año como este sin presentar mis cosas nuevas y me pasé de la hora pero funcionó, nadie se fue ni se quejó.

Gracias a las amistades por hacer un hueco en nuestras atareadas vidas.


24 agosto 2020

El hOrMiGóN



 

22 agosto 2020

abuelas, tías y demás familia

Me miro en el espejo y...digo, ¡menudo desperdicio!

No sé si es ego o que hace mucho tiempo que no tengo abuela,  no llegué a tener por poquito, se murió justo el día antes de yo nacer, pero tuve una tía que me decía cosas bonitas.

Y mi abuela le dijo a mi madre,"Adu, va a ser una niña, ya verás"... y no lo fui, da igual, ahora me miro en el espejo y digo, ¡menudo desperdicio!


20 agosto 2020

Björk,

...música para majaras como yo.

19 agosto 2020

Mar del Tiétar y los pantalones por debajo del culo

Me hice otra ruta más sin pensar, sin preparar nada, fue fácil oler el mar detrás de la montaña y por una carretea repleta de pinos fui a parar a Poyales de Sal, dónde pude verlo tan inmenso, al mar, no sé como no ponen ahí un faro.

Estaba todo cerrado, antes todo eran pubs entre callejuelas con buena música y ambiente, tienditas y gente guapa por todas partes (perdón, demasiada imaginación)...continué, ya era pasado medio día y no era buena hora para ir a Candeleda del Sol, que mola un güevo porque además tiene puerto, quizá en otra ocasión, así que tomé de nuevo dirección Mareas de San Pedro, realmente debería llamarse "El Hoyo de San Pedro" que no tiene ni playa ni nada pero estaba a tope, después fui hasta La Parra Beach.

He ido y venido para tomarme una triste caña y casi no hubo manera, así que volví a este paraje a orillas de estas calitas tan especiales donde tengo pillada esta mansión en lo alto, diviso gente en bolas haciendo surf y volando cometas, parecen águilas, las cometas. Al final me quedo aquí.

Mañana quizá me acerque a Calas de Guisando, Sales del Hornillo, que entrar no te dejan ahora, El Arenal Bahía, Mombeltrán del Mar, Cuevas del Mar también, las cinco villas, todo del Mar en realidad, la zona es acojonante...eso sí, todo el mundo también por aquí, lleva un apósito en la barbilla que queda fatal.

Me recuerda a los pantalones por debajo del culo.

16 agosto 2020

TODO

 

14 agosto 2020

vivir

Lo de escuchar música, lo de la música que es mejor no escuchar,

lo de caminar y pensar, lo de mejor no pensar, 

lo de sentir y llorar, lo de mejor no sentir y así no llorar,

Lo de vivir...

09 agosto 2020

Soy ramavilloso

Soy maravisollo, viramasollo, soramallovi, malloviraso, yo qué sé, maviralloso

07 agosto 2020

LA CULEBRA


 

06 agosto 2020

importante


05 agosto 2020

demasiada luna y III

Hay una canción del los Doors que se titula Waiting For The Sun, yo estoy en las mismas pero for the moon,
Ni siquiera les he puesto de ambiente, he optado por la radio pura y dura, muy bajita para no escucharla realmente.
Llevo aquí tres días y ya estoy cansado de tanta playa, tanta arena y tanta soledad, la que vine buscando a esta mansión que ya me estomaga y el gato no aparece, ...ah, el gato, me lo eché al hombro y dijo que sí.
Hoy he tomado para cenar un revuelto de pimientitos italianos del huerto del lugar y ya me importan los pimientos.
Vine aquí a escribir mis memorias, pero ahora no tengo memoria y me cuesta recordar, quizá el cansancio de tanto día bajo el sol caminando para soltar adrenalina, saltando de grano de arena en grano de arena, (dependiendo de la altura desde donde se mire a las piedras), no pueda hacer nada más que tumbarme en esTa hamaca con esta increíble brisa del mar
...Joooder, hoy la aparición está siendo apoteósica, ya está brotando, naranja como una luz naranja de una bombilla color naranja que da una luz naranja, paso de foto.

demasiada luna II

Demasiado naranja, demasiado grande, demasiado redonda, demasiado perfecta, demasiado expuesta, demasiado sola, demasiado bestia, demasiado simple, demasiado blanca, demasiado alta, demasiado rápida...
Pocos adjetivos para estarlo escribiendo durante más de dos horas desde que salió, pretendiendo entender qué es eso que flota en ese hueco tan grande.
Hoy no está David Sylvian, hoy tengo a St. Germain, hoy no fui a la playa, hoy no caminé, el gato acaba de caer en la piscina, hace una noche estupenda y me ha dicho que no le importa pero que se caga en mis muertos. 
Es que algo me altera y ahora no es la primavera, sigo escribiendo en esta mansión de verano para fortalecer mis músculos sensitivos y no creo en la luna ni en sus mareas, pero me ahoga el oleaje.
El gato está bien, no se ha escapado, me acepta, seré visible entonces.


04 agosto 2020

demasiada luna

Demasiada luz desde la pantalla de este ordenador, demasiada oscuridad alrededor, aun con esta luna, la que entorpece tanto mi bombilla interna, pero al menos salí al porche, al frescor de la noche, salí de mi jaula abierta para comprobar que existe el mundo aun sin nadie en su interior o en la superficie mejor.
Una brisa muy agradable acaricia mis rodillas, también mi espalda, hasta oigo un grillo tras de mí, demasiado cerca, ya sé que hay más de mil, entre las cuatro paredes no pasa y más con esta audición tan pobre, los muros los pongo yo, la claustrofobia es hacia adentro y con lo que me aburre la poesía, lo cuento.

El caso es que he cambiado de lugar, a uno abierto y me creo que salí de vacaciones cerca del mar, por ejemplo, alquilé un casoplón, con piscina, por si todos los días no quisiera nadar en esas playas desnudas del Mediterráneo o quizá del Atlántico, por ejemplo también.
Me traje esta música seria y apabullante que tanto me gusta, soy incapaz de esos inventos para escucharla sin tenerla en las manos, sin palparla, así amortizo los cedés. Ahora, mientras mis sentidos se relajan, (siempre D. S.) me parece oír también, unos metros más abajo, el constante mantra de la marea. Nada original, pero busco inspiración, para eso estoy aquí, en este mundo.

Me quise venir solo, necesitaba tiempo para mí, pisar la fina arena de la playa y lijar mis talones masacrados por el duro cemento de ese mausoleo que poseo, de los chinarros sueltos, de los pinchos secos.
El día da para mucho, algunas mañanas vuelvo a comprobar la fuerza suave del agua en mis pies tan castigados, salgo a pasear, a pensar mirando hacia un horizonte borroso, a luchar sin tregua con la temperatura que pretende anularme y en un movimiento incierto pero predecible, me vuelvo invisible y el mundo se queda del todo vacío.