13 junio 2008

Somieres y tal





 
 
La mayoría de fincas del lugar están valladas con somieres roñosos, testigos de secretos inconfesables cuando estaban en activo, hay un sinfín de ellos.
Se han reciclado dejando que los que fueron engendrados a fuerza de soniquete encima de sus muelles, los utilicen ahora de protección contra asaltantes de paisajes como yo. Pero lo que yo quería era una casita encima de un árbol, uno de mis sueños de siempre y en un alcornoque sería lo más acertado, me pondría un somier de ramas con un colchón de plumas para estar más acorde con el entorno, bueno, y unas alas para subir, bajar... y volar, claro.
Sí, si fuera un pájaro ahora estaría escribiendo en el tronco más alto del árbol, ...con el pico.

No hay comentarios: