Este año le pasé la pelota a Dani Prusia, para que se meta en el escabroso mundo de exponer imaginaciones, en la mayoría de los casos por la cara o mal pagado, esperemos que le sirva de currículo y se forje una fama entre colegas, al menos para mantener su ego lo suficientemente alto como para no dejar de hacerlo.
Él se inspiró en Toulouse Lautrec, yo le he dado la interpretación de un lugar abulense donde envejecer es un hecho descarado, que después de veinticinco años cada vez se aleja más del jolgorio parisino que Toulouse Lautrec interpretó en el siglo XIX, aunque esto siga sin ser París.
2 comentarios:
Dile a Dani Prusia que es cojonudo... qué bueno que imaginara un Ávila como un París de 1870 y algo...
Se lo digo pero no se lo cree.
Es de familia humilde.
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