05 agosto 2020

demasiada luna II

Demasiado naranja, demasiado grande, demasiado redonda, demasiado perfecta, demasiado expuesta, demasiado sola, demasiado bestia, demasiado simple, demasiado blanca, demasiado alta, demasiado rápida...
Pocos adjetivos para estarlo escribiendo durante más de dos horas desde que salió, pretendiendo entender qué es eso que flota en ese hueco tan grande.
Hoy no está David Sylvian, hoy tengo a St. Germain, hoy no fui a la playa, hoy no caminé, el gato acaba de caer en la piscina, hace una noche estupenda y me ha dicho que no le importa pero que se caga en mis muertos. 
Es que algo me altera y ahora no es la primavera, sigo escribiendo en esta mansión de verano para fortalecer mis músculos sensitivos y no creo en la luna ni en sus mareas, pero me ahoga el oleaje.
El gato está bien, no se ha escapado, me acepta, seré visible entonces.


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