PROCRASTINAR

Tiempo. Todo el necesario para procrastinar, un verbo que no conocía y que identifica lo que uno hace cuando no hace nada, cuando deja para mañana lo que podría hacer hoy. Es una perra enfermedad que padecemos casi todos y cuanto más ordenador y medios futuristas a nuestro alcance más procrastinamos. Ocupamos el tiempo en idioteces que entretienen pero que no nos satisfacen realmente, o no tanto como lo que teníamos pensado hacer a expensas del ordenador. Nos perdemos cada minuto tan valioso sin darnos cuenta que donde antes era de día ahora es de noche y no hemos hecho ab-so-lu-ta-men-te nada. Estoy drogado. Procrastinado. Paso tanto tiempo sentado en esta silla que ya estoy pensando en comprarme otra mejor y más cómoda para procrastinar hasta la muerte. Pensé que cuando llegara el invierno, el frío me haría estar más recogido y tendría tiempo para dedicarme a hacer las cosas que me gustan, pero el ordenador me engulló (esto parece terapia en grupo) y ahora pienso que cuando llegue el verano, con el sol, la terracita, la manguera, la hamaca, el bronce... dejaré de procrastinar y aunque no me dedique a mis jovis por el calorazo que hará, (justificación procrastinante) pienso que tampoco estaré pegado a esta pantalla. Pero ya me sé la película. Entre la nada y la nada echaré un vistazo a ver quién anda por aquí y entonces desearé que llegue el invierno para estar más recogido y tener tiempo para mis jovis y ...procrastinaré. Debería hacerle una canción a tal asunto, pero como estaré procrastinando lo dejaré para otro momento, quizás para el siguiente ...invierno ...verano ...moda "procrasting". Dejar de procrastinar debe ser algo muy parecido a dejar de fumar, y encima lo uno lleva a lo otro con más facilidad. Yo particularmente no utilizo el ordenador, es él el que me utiliza a mí. Internet es un avance estupendo pero como cualquier otra droga hay que saber controlarla para que sea buena y me parece que un alto porcentaje del genero humano "se mete" mucho sin saber por qué. Estamos diseñados para andar, correr, saltar y quemar calorías, para viajar, conocer gente y lugares. Todo eso creemos estarlo haciendo ahora con internet pero seguimos comiendo y fumando sin parar, del ordenador al frigorífico y como mucho al estanco o al bar de abajo a comprar tabaco, es el mayor esfuerzo que solemos hacer en nuestro tiempo de ocio. Algunos no engordamos porque el machaque mental que llevamos quema mucho, pero tiempo al tiempo, que cuando tenga la mente totalmente chuscarrada es muy posible que se me caigan las carnes por esa silla que me compraré para estar más cómodo mientras procrastino. Procuraré no perder la consciencia y retomar fidelidad conmigo mismo, posiblemente no deje de fumar porque me gusta, pero lo de procrastinar, es que encima suena fatal.