28 febrero 2007

El payaso!

Otra iglesia fantástica, San Pedro. Queda bien ahí, en la plaza del grande, intentando a duras penas quitarle protagonismo al edificio Moneo del cual no diré nada, creo que está todo dicho.
Ayer entré de nuevo después de mil años para despedir a otro familiar. En esta ocasión si que instalé en mi casa antes de subir, un pequeño botafumeiro de mano y papel de arroz que me hizo acercarme a ese templo de otra forma.
Una mañana limpia y soleada, sin frío de por medio subiendo por las mismas calles de hace ya años, con un dolorcín aquí en el pecho que no tenía entonces me hacía pensar que nada empieza y nada termina y entre medias todo continua. Increíble pero cierto quizás.
Una vez dentro, con esas torres inmensas de piedra desgastada, columnas gigantescas que sin grúas eléctricas debió costar lo suyo plantarlas ahí, y frente a la pila del agua bendita, me quedé absorto nuevamente en todo menos en el muerto, el cura y su sermón, pero si en algún que otro personaje anónimo, en los contrastes de luces, sombras, cristaleras, en la rugosidad de la piedra, y me dieron ganas de lavarme la cara, de beber por los poros de mi piel el agua de la pila en cuestión, sentir ese líquido fresco que formaba parte de la decoración más que del rito cristianoide.
Me pondría a hablar de la muerte y de lo que pienso de ella, pero a lo mejor soy mal interpretado, me iría al más allá sin temor alguno y parecería aún más rarito, pero yo, ya habré visto esas piedras, esos gestos y rituales de clanes similares en otras ocasiones, y no porque lo recuerde o por algún déjà vu, sino por puro derecho a vivir cada momento.
Había a mi izquierda otra pila más grande, la bautismal, en la que ponía unas palabras de San Mateo ...creo, y que decían algo así como que "quien crea y sea bautizado tendrá la eternidad", y seguro que es verdad, excepto por lo de ser bautizado, …anda!, a lo mejor el querer lavarme la cara y beberla por los poros de mi piel y todo eso, era por la "necesidad" del bautismo!, pero no creo en condiciones u obligaciones para la libertad, si en el respeto a creer o a no creer, y en el del deber y en el derecho a informar de lo que nos creamos unos y otros.
Seguro que si "crees" eres eterno, pero sólo si lo crees, y si no lo crees pues no, no es más que un juego de palabras. Tendemos a criticar todo lo que a nosotros nos parece irreal. Yo quiero creer en algo más y me apetece "salvarme" de esta forma. Sencillamente porque me siento mejor, por darle una explicación a este infierno en el que encima, me encanta vivir.
Sabía que me metería a hablar de ello. Creo que la muerte será un gran orgasmo, un placer tan inmenso como el supuesto dolor que no recuerdo de cuando nací. Después a otra cosa, un paso a otra elección de aprender a utilizar tanta energía. No tengo miedo a morir, sí a como ocurrirá, pero somos libres de elegirlo. Es la mayor opción de libertad que nos da la vida, quitárnosla, aunque preferimos esperar a que llegue en la absoluta vejez y sin enfermedad alguna. Sencillamente somos dueños de ella y es fantástico el poder que tenemos de seguir viviéndola o no. Naces sin elegirlo y mueres de la misma forma. Aquí nadie pregunta primero.

Cuando he vuelto, he abierto un paquete que me ha traído uno de mis familiares, estos que solo ves en tales ocasiones. Era el cuadro de un payaso que pinté hace casi treinta y cinco años, cuando tenía quince, y que no veía desde entonces. Lo que recuerdo de él, es lo que envolvía a aquellos días, otra muerte. La más importante de mi vida hasta que nacieron mis hijos y con ello, la seguridad de sus futuras muertes. Curioso, pasamos de importancia mortal a importancia mortal y en el camino algunos vamos aprendiendo a quitarle importancia.
Sigo pensando lo mismo, que ha sido un error no poner un botafumeiro de marihuana, esta vez en San Pedro y hubiera sido todo infinitamente más fraterno. Que sigo deseando para mi futuro de muerto algo así y no en una iglesia precisamente, a no ser que mis pobres herederos decidan tal lugar para rizar el rizo y reírse amplia y abiertamente como a mí me gusta en vida.

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