"babia"

He despertado de una larga siesta y no me he sentido mal, aunque los sueños, que esta vez sí recuerdo, no fueran precisamente agradables. Miré mi aspecto y me di una ducha refrescante y un buen afeitado. Me reencontré con mis vaqueros rotos a los que hice un siete más grande cuando metí la pata de nuevo. Salí a "mostrarme" después de dar un par de caladas a eso que me regalaron el otro día sin importarme enseñar estos pelos desgreñados grisáceos y la barbilla de chivo loco.
Paseé por el centro del pueblo lo justo para no ser visto y terminé serpenteando por las callejuelas estrechas y calurosas mientras parecía anochecer, aquí lo hace una hora antes, las montañas hacen del "wok" otra dimensión, una casi subterránea, aunque con esta flora no acaba de importar. El invierno será más crudo.
Me tomé un par de cañas mientras ojeaba el periódico en un bar, un artículo de un tipo que "deseaba"... me sentí identificado y decidí que era el momento de regresar, competir quizá. No terminé de leer el texto, suelo engancharme con dificultad al perderme con recuerdos.
Lo que algunos escribimos es una estela constante de la vida y en la que viajamos por cobardía. Algunos en vez de vivir, revivimos, lo hacemos un par de veces al menos, una "en tiempo real" y sin enterarnos, y otra, la que recordamos y no merece la pena.
Vivimos con carácter retroactivo sin lograr ver lo que pasa incluso al lado, y cuando lo recordamos ya está transformado para nuestro placer o dolor, por eso no debemos tener la razón, perdemos el tiempo además, en divulgar casi todo lo que nos pasa. ...bendito desahogo.