28 agosto 2010

la duquesa

No la dio tiempo a esconderse, estaba en la oscuridad paseándose por el pasillo cuando abrí la puerta y di la luz. Escapó hacia el salón, la acorralé y subió por la pared correteando de un rincón a otro del techo. No fue fácil pero al final pude atraparla. Siento haberla hecho pasar el mal trago…el de ver a un monstruo como yo, pero la vida es así de cruel…incluso para los animales.

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Después de intentar comunicarme con ella de la mejor manera posible, hacerle unas fotos, que son como son porque estás hechas como están, y ponerle unas migas en el táper, pues no tenía empanada de mosquitos en ese momento, aunque mucho hambre no creo que tuviera, la solté en el salón y corrió hacia la trasera del ampli de la guitarra, como si se supiera bien el camino.
No la he vuelto a ver, y eso que la he llamado en algún momento, creo que ha estado viviendo dentro, desde que traje ese aparato aquí…oxtia!, (casi hago una canción) he dicho, ha estado! …el ampli se lo he dejado a un colega para un bolo, y si ahí iba estará acojonadita, yo a penas lo utilizo, solo soporta mis guitarreos desenchufados y alguna charla conmigo mismo, pero la que le espera hoy no lo va a olvidar.
...se habrá ido.

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2 comentarios:

Gessekai dijo...

Que animalito más mono, lástima que siempre tienen la misma cara y nunca sacan ni una palabra.
Con suerte y encontró el camino a las provisiones...

gsmithsolo dijo...

...no estoy excesivamente preocupado. Fácil que los reptiles sigan aquí cuando nos estingamos.