08 febrero 2017

La gota


Estaba relajado, sentado, tirado, y sentí un cosquilleo en el bigote del labio superior derecho, resultó ser una gota del ojo del mismo lado que había salido dos minutos antes de esa sensación, no había cumplido su misión de desahogar justo al surgir, era triste lo que la hizo brotar pero agradable cuando más tarde los sensores de los pelos del contorno superior del labio la notaron y la enviaron igual de salada hasta la punta de mi lengua.

El caso es, que desde el martirio mental antes de producirla, que el desenlace al brotar tampoco me desahogó y el bajar por algún surco insensible del rostro tan lentamente, hizo haberme olvidado del llanto hasta que la noté justo en el bigote, los sentimientos fueron de lo más dolorosos pero el efímero cosquilleo hizo que pensara con más convicción que no hay dolor sin placer y de la misma forma, que absolutamente nada es gratis en la vida.


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