23 febrero 2017

puesta y sin foto

No quería crecer y fui detrás de la puesta de sol,
conservando así la luz final del día creía conseguir atrapar el tiempo,
mi única visión era entonces el ocaso,
después de trescientas sesenta y cinco vueltas al planeta
y sin dejar de caminar a ritmo de astro,
había pasado todo un año viendo al sol desaparecer constantemente, 
después otro año y otro más.
Sin saber por qué elegí el anochecer en lugar del alba o el medio día,
pero desde luego no conseguí lo que quería. 





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