TREINTA Y SEIS

Hoy hace TREINTA Y SEIS años que trabajo malamente en esta casa. En estos momentos de hace TREINTA Y SEIS años en una sucursal como esta y con catorce añitos me creí afortunado al ser mil pesetista (seis eurista), más afortunado que los que ahora con ventitantos sean mil euristas (ciento sesenta y seismil pesetistas). La vida resuelta, eso fue lo que pareció ser. De mis jovis no viví porque me abandoné y tampoco los disfruté tanto como si hubiera tenido que vivir de ellos, no quise aprender, pero aquí estamos esperando a una cutre jubilación y seguir con los jovis como tales jovis, la vida como tal vida, las quejas como tales quejas y las locuras como lo que parecen ser tales locuras. Pero bien, de verdad, muy bien, en serio, de veras, genial, fantástico, maravilloso, debéis creerme, fenomenal, lo aseguro, no hay adjetivos para demostrar tal júbilo y regocijo, que si joer, que no es brOOOma.