ALGUIEN NADIE

Alguien que está muy lejos me dijo en una ocasión que para explicar a veces la realidad echamos mano de cosas irreales, increíbles o fantásticas. Seguramente la frase no era así, pero eso es a lo que me refiero, y es cierto. Dudo que vuelva a recordármelo.
Estoy sensible, y ahora al ver las fotos que hice esta mañana mientras conducía, que no se asemejan en absoluto a la belleza del paisaje porque esta cámara indo neoyorkina es una mierda, recordando ahora un momento tan reciente me dispongo a desahogarme después de haber tenido un día ajetreado sin saber a qué increíble fantasía referirme.Sentado en la casa donde los grifos me lo ponen tan difícil, creía que esa real irrealidad estaría plasmada en alguna foto. Sólo el recuerdo me hace añorarlo más, aunque esa añoranza tiene más que ver con la impotencia de mostrarlo que con el placer de recordarlo.
Tenía pensado hablar de alguna otra cosa, pero como he dicho, me encuentro excesivamente sensible como para no hablar de esos momentos tan normales que he tenido a lo largo del día y que me hacen pensar en la percepción que algunos tienen sobre mi mundo, el cual envidian suponiendo apasionante mientras supongo yo también que el de cualquiera está lleno de proyectos interminables. Él mío es más bien trivial. Me he cruzado, además de con paisajes nubosos al ras del suelo, con algún animal no identificado destripado en la carretera, con pájaros creo recordar, con personas corrientes, con un par de subnormales, con alguna con máscara como yo, con algunas de gran corazón, con la lluvia, con tormentas nada lejanas, con recuerdos jodidos a través de las montañas, con otros supervivientes, con un anochecer tenebroso, con un huevo frito, con un espejo cruel, con Kate Bush mientras escribo.
…y se fue a dar un paseo cuando percibió que ya no había nada ni nadie en ninguna parte.