04 septiembre 2010

Un gato más

No me llevo muy bien con estos bichos, los gatos, pero reconozco que cautiven. Cuando me cruzo con uno negro no puedo evitar grabarle, supongo que desde que tuve la oportunidad de colaborar en una historia interminable sobre ellos, un gato negro en particular, y prefiero estar preparado por si tiene fin... Ya sé, que pocas posturas nuevas serían difíciles de imaginar en los felinos, que el asunto es ya poco original, es habitual que sorprendan, pero soy débil ante la sinuosidad y los gatos lo son continuamente, aunque no me lleve bien con ellos, descubrirles en sus silenciosos pateos me anima a "estudiarles", aprender. Mientras tenía en mi objetivo al minino, me sentí de repente japonés haciendo fotos a las murallas, ...estas, por culpa de un comentario estúpido de alguien que pasaba por ahí en tan íntimo momento, quién se mofó a su manera, alguien que sabe que a los gatos ya no se les hace fotos. Últimamente suelo ser muy yo, lo intento, no taparme en exceso por mis acostumbrados miedos, incluso me presento yo solito, es difícil, siempre termino metiendo la pata hasta adentro... Ayer tuve la oportunidad de saludar y reírme, sin esconderme en lo posible, ver las mismas fotos pero de carne y hueso, palpables con quién respondió, sin pensar en lo original del contacto, no es tan fácil, tampoco con los gatos, ahora somos mayormente fotografía, nada rompedor. Esta mañana seguían ahí los gatos, tan poco originales como la muerte que no deja de sorprender.

2 comentarios:

Gessekai dijo...

La cosa no es desilucionarse al descubrir algo ya descubierto, la cosa es autodescubrirse descubriendo algo
¡se siente tan bien!

gsmithsolo dijo...

..eso.