Matizando, porque ya que se elige sufrir que sea en condiciones, en toda regla, con la mayor de las tristezas posibles, si se hace algo que se haga bien, superando incluso en tristeza otras causas que creíamos más trostes...digo, tristes.
Si eligiera ser feliz, querría ser el tío más feliz del mundo, pero no me apasiona la felicidad, o el tenis, o la danza, o las matemáticas, lo que se me dan bien son las tristezas y me especialicé en ello para ser el más triste de todos los tristes. Ejercer. Ni tristemente feliz, ni felizmente triste, más bien tristemente triste.
Con este último cursillo he conseguido llegar muy alto, así que cuanto más triste estoy, más felices supongo a todos los que eligieron lo contrario.
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2 comentarios:
aupa entonces, Gerard, pero no conseguirás la felicidad de los tres tristes tigres
dirás la tristeza,...estoy en ello.
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