Me quiero ir de viaje (pues yo siempre estoy de vacaciones)
y me llevo la guitarra, luego se pasa el día entero en una sauna, encerrada,
asfixiada, no necesito que suene de maravilla para lo que con mala técnica
alcanzo, con que suene algo, basta, y no la saco más partido que el de creerme
que estoy mal tocando la guitarra.
Si decido utilizarla, difícilmente se me ocurren cuatro
notas o una letra que diga lo que pasa, simplemente me acompaña, está más que
muerta, no dice nada, ni me bronca ni me detesta, no me odia y no me ama, es cuatro
trozos de madera y seguramente mala, pero como objeto en sí mismo me acompaña,
no tiene ojos, ni tiene corazón, solo cuerdas, la caja, el mástil ...y el alma.
Con formas y nombre de mujer, "Guitarra", y además con alma.
El alma, es una pieza que la atraviesa para estar erguida en
lo posible, el alma es una pieza que a todos nos atraviesa y se nos llena la
boca al pronunciarla, pero en nuestro caso, además de no ir siempre erguida en
lo posible, el alma es algo que va más allá de lo entendible, parece más que la
vida...y no es más que "soul" en inglés, casi nada.
Si se quiere ir conmigo,
no tiene más que sentirlo aunque no lo sienta, pero aún así le digo que si me acompaña.
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