Y se puso a llover que parecía que se acababa el mundo, con
unos truenos de escándalo, ahí metido en el bosque que a punto estuve de llamar
a la Guardia Civil al completo...pero no era más que una tormenta, ni media hora, aunque no iba preparado y se hacía eterno, eterno...y
sin prisa, pero los nervios dentro del bosque, tan cerca de algún mal rayo que me
parta...
Unos buenos samaritanos, gallegos supongo, o asturianos, me vieron bajo el
diluvio universal, me rescataron y me acercaron a este pueblo de nuevo, en el que ya llevo un
par de días y encuentro gente amable.
Se alarma uno por nada, se va mamá Sol y uno no sabe dónde seguir poniéndose
moreno, debí creerme teletransportado hacia el sur, pero elegí
el norte, pensando quizá en no perderlo,
Aquí sigo, cerca del Higo Ness, por Tierras de Pedro el Santo, por encima de más abajo, y al otro lado del lado, dejaré que papá nubarrón me empape bien
empapao y seguro que se me aclara el cerebro...que ya estoy más que fumao!!...hoy soy simplemente un simple monstruo.
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