La verdad que siento que se acabe el verano, mariconadas
como tatuarse las uñas mientras cantan las chicharras da mucho juego, aunque
sólo parezca eso, detrás está el pensamiento y horas que parecen perdidas no lo
son si miras el reloj y han pasado tres, cuando parecía solamente una, no hay
nada que identifique mejor el tiempo bien aprovechado que este se haga corto y
pase volando.
Mientras uso la tijera, los pensamientos me tatúan el alma,
por llamarlo de alguna manera, empiezas con una idea fija difícil de olvidar concentrado
en algún sueño que termina doliendo, y de repente nada tiene tanta importancia sino lo que te
rodea y el deseo de compartir, se convierte en absorber.
Lo de las uñas es sólo una marca, como el garabatear en un
papel cuando atiendes el teléfono, no duele, no molesta y tampoco es para siempre. Lo de ponerlo en inglés, es que suena mejor.
2 comentarios:
Tanto tattoo tribal y celta... te faltó pensar en un triskel!!
pues tiés razón, no pensé en ná, ni en triskel, ni en tribal, ni en los celtas, ni en chicha ni en limoná;)
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