Hay un mundo
paralelo al que no se puede acceder físicamente, cuando la mente está en él
algo no funciona correctamente en este, todo parece coincidir y el más
mínimo detalle lo derrumba, lo que sucede aquí está conectado pero de una forma
imposible, cualquier decisión tiene sus consecuencias erróneas.
Ayer volví a equivocarme de mundo, en esta ocasión, diésel por gasolina.
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