22 marzo 2007

ANODER MUN

Hoy la luna está sonriente y constante, igualito que la sonrisa de Matutano me dijo alguien. También tan clara como dolorosa y punzante, fina filigrana de un lado al otro, dejando su lado oscuro tan visible como desafiante. Hoy la noche está fría como las ganas que tengo de olvidar, no tanto como las que tengo de ir al baño a descargar alguna cerveza grata, que tampoco mata y me mantiene apto en cualquier lugar. No hay mucho donde elegir, nada donde rascar, pero lo suficiente como para no pararse y seguir, porque aunque quejándome prefiero seguir vivo y vivir. Hoy no me importa que rime nada y que al siguiente escalón, a la siguiente palabra pierda el compás, que sin coma ni decisión proponga otra imagen a esta especie de poesía aparentemente sin sentido, nunca es difícil vérselo estando normalmente plagadas de machaques de tristeza y melancolía, o enmascaradas con algún sarcasmo ...y socarronería Pero no me puedo quejar, porque la luna está que se parte, ahí sigue incesante, y fría la noche como era de suponer, si bien el color negrazo del cielo y ese par de nubes que dejan clara la postal, hacen pensar en otro clima un poco menos letal ...y refrescante. Interesante ...con el frío que sé que hace de ventanas hacia fuera, pero con franqueza nada de eso ahora veo, y tampoco hace mucha falta salir a verlo, las nubes pasaron ya y este tipo de visiones van siempre por dentro. Hoy no quiero quejarme demasiado, porque me alimento de lo que hay y ser tan inconformista sabiendo que al escenario le será difícil superarse en realidad, prefiero no ponerle trabas al cosmos por esta patológica inconformidad.

No hay comentarios: