22 marzo 2012

En mitad de ninguna parte

Provocado sin piedad, revolotea de continuo en mi desgastada mente, picoteando en cada pared de mi cavidad cerebral como un pájaro carpintero. Consciente del poder, me ceba como a un pavo para hacerme seguir creando mediante el dolor, y al explotar, recoge mis pedazos maltrechos, los cose y los recose a máquina, más doloroso que a puntada y dedal, sintiendo cada punzada para después volver a empezar, dejándome la piel llena de parches como la cabaña de un sioux, o de un apache, no sé muy bien.

Me inyecta continuamente su aire embriagante y lejano mediante esos hilos posados en el infinito trayecto de millones de postes clavados, o por oleajes guiados por cada fase lunar, o por ondas hertzianas, o por fibras subterráneas, telepatía, signos inmortales o sencillamente por línea directa al corazón, creando taquicardias sin control.

Me alentó a cambiar de tema, fingidamente, pues no me quiere soltar, censurada siempre por sí misma, erguida y resuelta entre ocres y rasgos finos, así es su esencia.

Titula que hubo un tiempo en que lo fue, pero no se lo cree…La Musa, que me usa y no lo deja de ser, y lo peor…es que no quiero que lo deje de hacer.



.

No hay comentarios: