Interrupción previo concierto

Para que una interrupción llegue a ser importante, tiene que ser una interrupción constante. No suele ocurrir, sólo yo me interrumpo, y lo hago continuamente.
Me cansa el repertorio, lo dejo casi para el penúltimo día, necesito renovarlo y meter algo nuevo, añado, arreglo o me entretengo con chorradas, pero siempre hay tiempo.
Hoy es ese penúltimo día en el que disfruto de todas las canciones al ponerme en serio delante de un público invisible. Esos nervios.
Mañana lo disfrutaré más que hoy si el visible público participa entendiendo. Entonces es cuando todas las canciones toman forma, surgen de más dentro si puedo compartirlas.
Yo, me interrumpo en espera de una "interrupción" que rompa la tediosa situación, desconcentrándome ahora sí y luego también, por depender de un mensaje divino directo a este infierno, una interrupción en forma de rayo blancoazulado, frío y congelado, que acabe con tal quemazón en estas grises tardes llenas de apatía.
SI no aparezco por aquí, nada tiene que ver con ningún concierto previo, tengo la mala suerte de que nadie me interrumpe.

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